Doña Camucha era una ratoncita muy pero muy laboriosa,
ella se dedicaba a los quehaceres de la casa y desde temprano se escuchaba su
dulce canto al hacer las cosas:
"En una casita
limpia se vive mejor, con una rica comida se puede hablar de amor"
Y cantando esta canción barría,
trapeaba, sacudía, lustraba y cocinaba siempre con mucha alegría porque lo
hacía para su esposo y sus hijitos.
"En una casita
limpia se vive mejor, con una rica comida se puede hablar de amor"
Cuando los ratoncitos llegaban
del colegio; siempre encontraban su casa brillando, su ropita limpia y la
comida calentita esperándolos en la mesa, luego mamá Camucha los ayudaba a
hacer sus tareas escolares, y por la noche cuando llegaba don ratón cansado de
trabajar, ella lo atendía cantando y cantando su canción.
"En una casita
limpia se vive mejor, con una rica comida se puede hablar de amor"
Una mañana cuando se acercaba el
día de la Madre, la profesora de Luchín (el ratoncito menor) les pidió a todos
sus alumnos que hablaran de las actividades que realizaban sus madres.
- Mi mamá es abogado y trabaja
en el juzgado - decía muy orgulloso un perrito.
- La mía es médico y trabaja en
el hospital del Seguro Social - se apresuraba a contar una gansita.
Y cuando le tocó el turno a un
gatito contó muy contento:
- Mi mamá trabaja en un gran
banco de la ciudad.
Y así uno por uno contaban muy
orgullosos las actividades a las que se dedicaban sus madres, pero cuando le
tocó el turno al ratoncito Luchín, él fingió sentirse muy mal de la garganta y
no quiso hablar.
La profesora luego de tan grata
conversación, les pidió a sus alumnos que escribieran una composición contando
cómo sus madres realizaban sus diferentes labores para poder escoger entre
ellas a la Madre del Año.
- Alumnos, entréguenme sus
composiciones - dijo al día siguiente la maestra.
Todos, muy alegres entregaron
sus trabajos menos el ratoncito Luchín. La profesora se extrañó mucho porque él
siempre hacía sus tareas, se preocupó tanto que decidió preguntarle:
- ¿Por qué no has hecho tu
composición?
- Porque se me perdió el lápiz -
contestó él.
Pero la profesora que lo conocía
muy bien se dio cuenta de que le estaba mintiendo, entonces con toda dulzura le
insistió:
- La verdad es que todos tienen
mamás trabajadoras que hacen muchas cosas muy buenas, en cambio mi mamá no hace
nada - contestó el ratoncito con lágrimas de pena en los ojos.
La profesora entonces le habló
de lo importante y cansado que era hacer el trabajo de la casa pero Luchín se
fue corriendo sin querer escucharla.
- Tengo que hablar con Doña
Camucha - pensó la maestra y esa misma noche le contó lo que había sucedido.
Doña Camucha se sintió muy
triste al saber que su hijo no valoraba su trabajo y luego de hablar con su
esposo tomó una decisión.
- ¿Crees qué sea correcto? -
preguntaba mamá ratona.
- Sí, claro que sí - respondía
papá ratón.
A la mañana siguiente cuando
Luchín se levantó para ir al colegio se sorprendió mucho al no encontrar su
uniforme planchado en la silla de siempre.
- Mamá; ¿dónde está mi uniforme?
Luego cuando fue a la cocina y
no encontró su desayuno servido, nuevamente comenzó a llamar:
- Mamá, mamá ¿Por qué no me has
servido el desayuno?
Pero tampoco en esta ocasión
escuchó la respuesta de su mamá y así tomando sólo un poco de leche fría se fue
al colegio.
- Que rara está mi mamá -
pensaba mientras caminaba.
Cuando llegó de regreso a su
casa y vio todo desordenado y la casa llena de polvo fue corriendo donde su
madre y le preguntó:
- ¿Mamita estás enferma?
- No hijito, estoy muy bien.
- Y entonces, ¿Por qué no has
limpiado la casa ni has preparado la comida?
- Porque no es importante - le
contestó ella muy triste.
Luchín, que era un ratoncito muy
inteligente inmediatamente se dio cuenta que él no había sabido valorar el
trabajo que hacía su madre y le dijo:
- Mamita, qué tonto he sido;
ahora me doy cuenta lo importante que es tu trabajo y todas las cosas que haces
por nosotros. Perdóname por haber sido tan tonto.
Claro que te disculpo hijito,
pero quiero que sepas que el trabajo de la casa también es importante y muy
cansado.
- Sí, a partir de ahora te
ayudaré en todo lo que pueda - prometió el ratoncito.
Al día siguiente cuando Luchín
entregó su composición, la maestra leyó las cosas tan lindas que él decía de su
madre y lo orgulloso que se sentía de ella, entonces decidió nombrarla con la
mejor composición y por lo tanto Doña Ratona fue elegida la Madre del Año.
Comprensión de lectura:
I. ¿Qué es lo
que siempre cantaba la mamá ratona cuando realizaba los quehaceres del hogar?
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II. ¿Cuál era
la actitud del hijo menor de la ratona?
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III. ¿Qué
hicieron sus papás para enseñarle la importancia de la labor de una madre?
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IV. Ahora tú
realiza una composición sobre las labores que realiza tu mamá
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