COMPRENSIÓN LECTORA-MIÉRCOLES 17 DE JUNIO
LEE CON ATENCIÓN LA SIGUIENTE LECTURA:
UN PADRE A SU HIJO
Sí, querido Enrique, el estudio es duro para ti, como dice tu madre. No te
veo ir a la escuela con aquel ánimo resuelto y aquella cara sonriente que yo
quisiera. Tú eres algo terco; pero piensa un poco y considera ¡qué
despreciables y estériles serían tus días si no fueses a la escuela! Juntas las
manos, de rodillas, pedirías al cabo de una semana volver a ella, consumido por
el hastío y la venganza, cansado de tu existencia y de tus juegos.
Todos, todos estudian ahora, Enrique mío. Piensa en
los obreros que van a la escuela por la noche después de haber trabajado todo
el día; en las mujeres, en las muchachas del pueblo, que van a la escuela los
domingos después de haber trabajado toda la semana; en los soldados, que echan
mano de libros y cuadernos cuando vienen rendidos de sus ejercicios; piensa en
los niños mudos y ciegos que estudian; y hasta los presos, que también aprenden
a leer y a escribir.
Pero, ¡qué más! Piensa en los
innumerables niños que van a la escuela en todos los países; míralos con la
imaginación cómo van por las calles solitarias de la aldea, por las concurridas
calles de la ciudad, por la orilla de los mares y de los lagos; ya bajo un sol
ardiente, ya entre las nieblas; embarcados en los países cortados por canales,
a caballo por las grandes llanuras, en zuecos sobre la nieve por valles y
colinas atravesando bosques y torrentes; por los senderos solitarios de las
montañas, solos, por parejas, en grupos, en largas filas, todos con los libros
bajo el brazo, vestidos de mil modos, hablando miles
de lenguas; desde las últimas escuelas de Rusia, casi perdidas entre hielos,
hasta las últimas de Arabia, a la sombra de las palmeras. Son millones de seres
que van a aprender, en mil formas diversas, las mismas cosas; imagina este
movimiento del cual formas parte y piensa: si ese movimiento cesase, la
humanidad caería en la barbarie. Este movimiento es el progreso, la esperanza,
la gloria del mundo.
Valor, pues, pequeño soldado del ejército. Tus libros
son tus armas; tu clase es tu escuadra; el campo de batalla, la tierra entera;
y la victoria, la civilización humana. ¡No seas un soldado cobarde, Enrique
mío!
Tu padre...
Edmundo
de Amicis
(italiano)
Vocabulario.
Escribe, dentro del paréntesis, el número que haga corresponder
a cada palabra con su respectivo significado:
1. Estéril ( ) Terreno
plano, sin accidentes.
2. Hastiado ( ) Zapato
de madera.
3. Llanura ( ) Harto,
repleto.
4. Zueco ( ) Falta
de cultura. Salvajismo.
5. Torrente ( ) Que
no da fruto. Improductivo.
6. Barbarie ( ) Corriente
fuerte.
Comprensión y valoración.
1. ¿Por qué
crees que el estudio le resultaba duro a Enrique?
2. ¿Es
necesario ir a la escuela y estudiar? ¿Por qué?
3. ¿Cómo sería
la sociedad si no existiesen las escuelas?
4. ¿Cuáles son
las armas o herramientas de trabajo de un estudiante?
5. ¿Qué le
dirías a aquellos niños que pierden inútilmente el tiempo?
Creatividad y redacción.
Imagina que tú eres Enrique y, como tal, escribe una
carta de respuesta a tu padre.
¡Lee tu carta, con voz alta, en el aula!